Acostada en el piso de la sala con botellas de brillo, rollos de listones, moños, limpia pipas, pegamento, botones y plumas rodeándome o en mi regazo, para que todo esté a mi alcance, estoy haciendo más regalos caseros.
Estoy trabajando en las placas con forma de corazón que Colin y yo hemos estado tallando últimamente, decorando las orillas antes de escribir citas enfrente. Ahora, en la mejor letra que puedo hacer, estoy escribiendo una de Mujercitas ‘No tengo miedo a las tormentas porque estoy aprendiendo a navegar mi barco,’ que es exactamente lo que he sentido la última semana que la tienda ha estado abierta de nuevo. Ha sido maravilloso pararme detrás del mostrador y saludar a la gente de nuevo. A veces me he sentido intimidad por tener que lidiar con todo sola, pero siento que lo estoy logrando.